- Winux ofrece una experiencia de usuario prácticamente igual a Windows 11 sobre una base Linux segura y actualizada.
- Su instalación y uso resultan sumamente sencillos, facilitando la migración para usuarios sin experiencia en Linux y rescata hardware antiguo gracias a unos requisitos reducidos.
- La compatibilidad con aplicaciones, juegos y servicios de Microsoft es amplia, pero no total, y algunas funciones avanzadas requieren pago o pueden presentar riesgos legales y éticos.
La llegada del final de soporte de Windows 10 ha provocado un auténtico terremoto entre usuarios domésticos y profesionales que buscan alternativas viables a las opciones de Microsoft. Muchos buscan algo que no solamente sea estable y seguro, sino que también les evite tener que aprender desde cero. Es ahí donde irrumpe con fuerza Winux (también conocido como Linuxfx), una distribución GNU/Linux cuyo objetivo es replicar al máximo el aspecto y la experiencia de usuario de Windows 10 y 11 sobre una base Linux actualizada y segura.
La demanda de sistemas operativos que permitan una transición suave desde Windows, especialmente para quienes no desean invertir en hardware nuevo o pagar soporte extendido, está en auge. Winux representa una propuesta valiente y polémica a la vez: ¿es el mejor sustituto para usuarios de Windows o un experimento arriesgado cargado de limitaciones y riesgos legales? La respuesta es compleja y requiere desgranar todos sus matices, desde la experiencia de usuario hasta sus restricciones técnicas, cobertura de hardware, posibilidades de integración e implicaciones legales y éticas.
¿Qué es Winux y cuál es su propósito?
Winux, anteriormente conocido como Linuxfx y Wubuntu, es una distribución de Linux orientada a ordenadores personales que pone el foco en que el usuario se sienta como en casa si viene de Windows 10 u 11. Su desarrollo lo lidera LinuxFX (Rafael Rachid) y, tal y como se menciona en la web oficial, no impone limitaciones de hardware ni requisitos absurdos. Winux surge para responder a la necesidad de miles de usuarios de Windows 10 que quedarán sin soporte oficial el 14 de octubre de 2025 y que, debido a los exigentes requisitos de Windows 11, no pueden actualizarse sin renovar sus equipos.
La apuesta de Winux es clara: ofrecer una experiencia visual y funcional tan parecida como sea posible a Windows 11, pero bajo la robusta base de Ubuntu 24.04 LTS y el escritorio KDE Plasma, facilitando la curva de aprendizaje para nuevos usuarios de Linux.
Base técnica y filosofía: ¿Qué hay bajo el capó de Winux?
Desde el punto de vista técnico, Winux es esencialmente una personalización profunda de Ubuntu 24.04 LTS, una de las distribuciones más sólidas y con soporte extendido (actualizaciones de seguridad garantizadas hasta 2029, y posibilidad de soporte adicional hasta 2036). Utiliza como entorno de escritorio KDE Plasma, personalizado con un tema visual prácticamente calcado al de Windows 11 (y configurable también al estilo Windows 10), incluyendo el menú de inicio centrado, la barra de tareas, los iconos, menús contextuales y hasta el panel de configuración similar al de Windows.
El núcleo utilizado suele ser el Linux Kernel 6.14 (NOBLE refresh), lo que garantiza compatibilidad de hardware moderna, incluyendo soporte para UEFI, BIOS heredados y drivers de dispositivos recientes, a la vez que mantiene requisitos más bajos que Windows 11: 2GB de RAM y procesador dual core 64 bits son suficientes, aunque para una experiencia óptima se recomienda el doble.
Filosofía y usuarios objetivo: ¿Para quién está pensado Winux?
El público objetivo de Winux son usuarios de Windows 10 (o Windows 11) que no quieren revivir el trauma de reaprenderlo todo al migrar a Linux. Si el miedo al cambio o la inercia te frenan, Winux busca eliminar esas barreras psicológicas: todo estará donde lo esperas, desde el menú inicio y el área de notificaciones hasta los accesos directos a Microsoft Edge, Office 365 web, widgets de escritorio y opciones de personalización al estilo Windows.
Otro nicho importante son quienes buscan aprovechar ordenadores antiguos que no cumplen con los exigentes requisitos de Windows 11. En ese sentido, Winux es una opción viable tanto para uso doméstico como para entornos educativos o pequeñas oficinas que solo necesitan continuidad y una mínima curva de readaptación.
Instalación y experiencia inicial: ¿Qué tan fácil es empezar?
El proceso de instalación es extraordinariamente simple, incluso para quienes jamás han tocado Linux. Basta con descargar la ISO desde la , crear un USB booteable (por ejemplo, con Rufus o BalenaEtcher) y arrancar el sistema. Winux ofrece modo «Live USB», permitiendo probar sin instalar.
El instalador está pulido y guiado, copiando la experiencia de Windows y otras distros amigables como Ubuntu o Mint. Inmediatamente tras la instalación y el primer arranque, el usuario se encontrará con un escritorio prácticamente indistinguible de Windows 11, incluyendo el splash screen, el menú inicio, iconos y hasta widgets de clima y sistema.
Guía completa para sustituir Windows 10 por Linux: paso a paso y sin miedo
Aspecto, personalización y usabilidad en el día a día
Uno de los mayores atractivos de Winux es el mimetismo visual y la consistencia en la experiencia de usuario. La distribución no solo copia el entorno gráfico, sino que también replica comportamientos como las notificaciones, el panel de control, el menú contextual de clic derecho y hasta el temido cuadro de control de cuentas de usuario (UAC) para tareas administrativas.
La personalización permite alternar entre temas inspirados en Windows 10 y 11 (incluyendo variantes claras, oscuras y «twilight») y hasta la opción «Redsand», que aporta una estética diferenciada pero familiar. Los widgets de escritorio, provistos por KDE, aportan utilidades para monitorizar el sistema, clima, batería, y más, manteniendo el espíritu de las baldosas y widgets de Windows.
Aplicaciones incluidas y compatibilidad: ¿Qué puedes hacer con Winux?
Winux viene cargado de aplicaciones pensadas para cubrir tanto las tareas más cotidianas como las necesidades de productividad y ocio:
- Microsoft Edge preinstalado (en su versión para Linux), con accesos directos a Office 365 online y otras apps web de Microsoft.
- LibreOffice y OnlyOffice como suites de productividad ofimática.
- Gestores de archivos y herramientas KDE personalizadas al estilo Windows.
- Steam y Heroic Game Launcher para añadir compatibilidad con juegos de PC, Epic Store, GOG y Amazon Gaming, facilitando la vida a los más jugones.
- Wine preinstalado (versión 9.20), permitiendo ejecutar aplicaciones .exe y .msi de Windows, aunque con ciertas limitaciones.
- Centro de software Discover, de manejo intuitivo y aspecto similar a la Microsoft Store, permitiendo la instalación de programas vía DEB, Flatpak y Snap sin tocar el terminal.
- PowerTools: un conjunto de utilidades avanzadas para integrar funcionalidades adicionales (OneDrive, Active Directory, emulación Android, integración IA y más), algunas de las cuales requieren un pago extra.
- Integración con Android (vía QEMU) y acceso a Google Play Store para quienes necesitan apps móviles o desean experimentar con Android en PC.
Para quienes quieren profundizar en la compatibilidad de Winux con hardware y drivers, visitar qué es Linuxfx puede ser interesante.
Compatibilidad con hardware y drivers
El uso de Ubuntu 24.04 LTS como base implica que la mayoría del hardware moderno y antiguo es reconocido a la primera. Pruebas en dispositivos reales y virtualizados (VirtualBox, VMware, hardware real) demuestran que la conectividad Wi-Fi, Bluetooth, webcam, audio y sensores suelen funcionar sin configuraciones adicionales.
Para tarjetas gráficas, AMD e Intel tienen buen soporte desde el kernel y mesa, mientras que NVIDIA requiere instalar drivers propietarios adicionales para aprovechar al máximo juegos y aceleración. Winux incluye repositorios y asistentes para instalar drivers NVIDIA actualizados, pero es recomendable hacerlo tras la instalación para garantizar compatibilidad óptima con juegos y aplicaciones pesadas.
Soporte para juegos: ¿Puede ser una alternativa gamer?
Winux no es solo una distro de transición: quiere conquistar también a los gamers. De serie incluye Steam y Heroic Launcher, permitiendo acceder a la biblioteca de juegos de Steam, Epic, GOG y Amazon. Gracias a la magia de Proton y Wine, muchos títulos funcionan sin esfuerzo: basta iniciar sesión en las plataformas y descargar el juego. Sin embargo, los juegos con DRM estricto o sistemas anti-trampas agresivos pueden no funcionar correctamente en Linux. Los usuarios de NVIDIA pueden requerir pasos adicionales para exprimir al máximo Proton y Steam Play.
Para quienes prefieren el juego en la nube (GeForce Now, Xbox Cloud Gaming), los servicios web funcionan desde Edge o Chrome con normalidad.
Microsoft Office y productividad: ¿Qué opciones tienes?
Winux apuesta por una integración pragmática con los servicios web de Microsoft Office 365 a través de accesos directos en el menú o el dock. Al seleccionar Word, Excel o PowerPoint, se abre la versión web mediante Edge. Para documentos complejos, LibreOffice y OnlyOffice cubren la mayoría de necesidades. Si necesitas usar la versión nativa de Office para Windows, tendrás que recurrir a Wine o virtualización, con resultados variables: la compatibilidad no está garantizada en todos los casos y puede haber problemas con macros, plugins o funcionalidades avanzadas.
Integración con servicios Microsoft, Active Directory y funcionalidades empresariales
Winux incorpora integración con OneDrive mediante cliente oficial y PowerTools, permitiendo sincronizar archivos en la nube como harías en Windows. El soporte para Active Directory (AD) y políticas de grupo (GPO) está disponible, aunque su funcionamiento avanzado requiere adquirir la versión Pro (donativo de 35$). Esto puede resultar útil en entornos corporativos, aunque quienes dependan de integraciones empresariales críticas deberían realizar pruebas piloto previas para comprobar la compatibilidad real antes de un despliegue masivo.
Android y Play Store en Winux
Una funcionalidad diferencial es la integración de una máquina virtual Android configurable que permite instalar aplicaciones de Google Play Store desde el escritorio Linux. La experiencia en pruebas reales es mejorable (la integración vía QEMU puede ser algo inestable y lenta, especialmente en hardware antiguo) y, aunque prometedora, debe considerarse más un complemento experimental que una función madura. Otros proyectos como Waydroid ofrecen una integración alternativa, pero Winux ha apostado por una solución propia, aunque requiere configuración y paciencia.
Funciones de IA y Copilot
Winux ha integrado accesos directos a Microsoft Copilot y herramientas de IA, en su mayoría a través del navegador Edge, permitiendo el acceso a asistentes de IA sin salir del entorno de escritorio familiar. La utilidad depende del uso que hagas de estos asistentes, pero la integración es sencilla y directa.
Centro de software y actualización de aplicaciones
El centro de software Discover es uno de los puntos fuertes, ya que permite instalar aplicaciones sin conocimientos técnicos, a golpe de clic, desde repositorios DEB, Flatpak y Snap. Winux viene con una selección preinstalada de programas básicos, pero la oferta se puede ampliar fácilmente para cubrir necesidades de ofimática, desarrollo, diseño, multimedia o educación.
Privacidad, seguridad y modelo de soporte
Frente a la tendencia de Windows a recopilar telemetría y datos de uso, Winux y la mayoría de distribuciones Linux parten de una configuración más respetuosa con la privacidad. Puedes revisar los servicios activos y configurar el firewall o el cifrado de disco (Winux ofrece cifrado basado en TPM, aunque todavía es experimental en algunos equipos).
El modelo de soporte es mixto: para usuarios domésticos, el foro y la comunidad de Ubuntu ofrecen cobertura suficiente. Para empresas, la opción reside en adquirir la versión Pro de PowerTools o bien considerar soporte profesional de Ubuntu mediante Canonical.
Limitaciones, advertencias y aspectos legales
No todo es perfecto: la compatibilidad con aplicaciones de Windows mediante Wine no es universal. Muchos programas funcionan, pero otros requieren ajustes, drivers específicos o simplemente no abren. Resulta vital hacer pruebas piloto antes de migrar todo tu entorno de trabajo.
En cuanto a licencias y legalidad, Winux ha recibido críticas por imitar de forma tan precisa la identidad visual de Windows 11 y 10, lo que podría dar lugar a conflictos de marcas registradas con Microsoft y Canonical. Además, parte del código es cerrado y ciertas funciones avanzadas requieren pago, lo que ha generado debate en la comunidad, dados los valores tradicionalmente abiertos de Linux. La transparencia y seguridad pueden ser motivo de preocupación para los más puristas.
La viabilidad a largo plazo también está condicionada por la estrategia de la propia Microsoft y la disponibilidad del equipo de desarrollo detrás de Winux. Si necesitas estabilidad en el tiempo y soporte profesional, conviene contemplar alternativas como Alternativas a AutoCAD o Linux Mint, que ofrecen experiencias similares dentro de los márgenes legales y comunitarios del software libre.

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