- El kilobyte (kB) es una unidad esencial para medir almacenamiento y transferencia de datos, con un significado tanto histórico como actual en informática.
- Existen diferencias notables entre kilobyte (kB, usado en base 10 y 2) y kibibyte (KiB, estrictamente base 2), lo que genera confusiones y debates técnicos relevantes.
- El kilobyte es especialmente relevante en la gestión de archivos pequeños, en la eficiencia de sistemas operativos, redes y aplicaciones web, y sigue siendo una subunidad clave frente a otras más grandes como el megabyte o el gigabyte.
Cuando te adentras por primera vez en el mundo de la informática o necesitas entender cómo funciona la transferencia y el almacenamiento de datos, tarde o temprano te encuentras con un término que parece sencillo, pero que esconde mucha historia e incluso alguna que otra polémica: el kilobyte. Mucha gente lo asocia simplemente con una cantidad ‘pequeña’ de información, pero detrás de este concepto hay bastante más tela que cortar. Las dudas sobre lo que realmente significa, su verdadera cantidad de bytes o la forma en que se utiliza en distintos sistemas operativos y contextos tecnológicos, hacen que conocer a fondo esta unidad te ahorre sustos y malentendidos en tu día a día digital.
Te sorprenderá saber que el kilobyte no es solo un número ni una definición fija: es una pieza clave en la historia de los ordenadores y en la evolución de la tecnología, llegando a ser una de las palabras que más ha cambiado de interpretación, dependiendo del sector, del momento histórico y del dispositivo del que se trate. Sacar el máximo partido a tu capacidad de almacenamiento y entender por qué a veces no cuadra la información que ves en tu ordenador o en tus compras online, empieza por aquí.
¿Qué es un Kilobyte (kB)? Un vistazo histórico y técnico
El término kilobyte, abreviado como kB, se refiere a una unidad de medida de información digital igual a 1.000 o 1.024 bytes, dependiendo del contexto. Esta ambigüedad no es caprichosa: hunde sus raíces en la evolución de la informática y en cómo se ha intentado armonizar el lenguaje de los ordenadores (que trabajan con números binarios) con el del sistema internacional de unidades (decimal).
En la práctica, el kilobyte se ha usado tradicionalmente para expresar y medir la cantidad de datos en informática, especialmente la capacidad de almacenamiento de archivos, discos, memorias y la transferencia de información por redes. Su utilidad radica en resumir y manejar cantidades que, en bytes, serían incómodas de leer y expresar. Por ejemplo, en vez de decir que un archivo pesa 2.500 bytes, puedes simplificar y comentar que ocupa 2,5 kB.
Es importante recalcar que la definición de kilobyte puede variar:
- En muchos contextos modernos y para simplificar la comunicación no técnica, un kilobyte equivale a 1.000 bytes (103). Esto sigue la lógica decimal, la de los prefijos del Sistema Internacional de Unidades (SI).
- Sin embargo, a nivel técnico y sobre todo en informática clásica, históricamente se ha entendido que un kilobyte equivale a 1.024 bytes (210), ya que los sistemas digitales trabajan de forma binaria, en potencias de dos.
Diferencia entre kilobyte (kB) y kibibyte (KiB): el gran debate
La confusión entre los 1.000 bytes y los 1.024 bytes del kilobyte ha dado lugar a debates y conflictos recurrentes, sobre todo a medida que el almacenamiento digital ha crecido y la precisión se ha hecho más relevante.
Para zanjar esta cuestión, en 1998 la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC) propuso una solución: crear los llamados ‘prefijos binarios’ para designar exclusivamente las potencias de dos, evitando así las ambigüedades del término kilobyte. Así nacieron:
- Kibibyte (KiB): 1 kibibyte = 1.024 bytes (210)
- Mebibyte (MiB): 1 mebibyte = 1.048.576 bytes (220)
- Gibibyte (GiB), Tebibyte (TiB), etc.
Los prefijos decimal (kilo-, mega-, giga-, etc.) quedarían así reservados para cantidades exactas en múltiplos de 1.000. Sin embargo, muchos sistemas, fabricantes y personas siguen utilizando el término ‘kilobyte’ de forma binaria, especialmente en sistemas operativos antiguos y en determinados contextos técnicos.
¿Quién utiliza cuál? Por ejemplo, Apple adoptó los prefijos IEC en su sistema operativo Snow Leopard y en Ubuntu se opta por la exactitud binaria. Microsoft, sin embargo, se mantiene fiel a la interpretación clásica y utiliza ‘kilobyte’ para referirse a 1.024 bytes según la tradición y según definiciones de diccionarios como Oxford.
En definitiva, aunque el kilobyte decimal (1.000 bytes) es cada vez más común en marketing y números redondos de dispositivos, el kilobyte binario (1.024 bytes) permanece imperturbable en la práctica cotidiana de los sistemas informáticos y en la memoria de generaciones tecnológicas.
El significado y evolución del kilobyte según el Sistema Internacional
Originariamente, en los años 40 y 50, el prefijo kilo- fue importado directamente del Sistema Internacional de Unidades para referirse a mil, pero rápidamente la comunidad informática detectó que los números en binario debían diferenciarse del decimal.
En la tabla clásica de unidades de medida informática, cada salto equivale a mil en el SI, pero en binario se aproximaba usando 1.024, lo que ha dejado un histórico de confusiones aún sin resolver al 100%.
| Nombre | Símbolo | Equivalencia decimal | Equivalencia binaria |
|---|---|---|---|
| Bit | bit | 1 | 1 |
| Byte | B | 8 bits | 8 bits |
| Kilobyte | kB | 1.000 bytes | 1.024 bytes |
| Megabyte | MB | 1.000.000 bytes | 1.048.576 bytes |
| Gigabyte | GB | 1.000.000.000 bytes | 1.073.741.824 bytes |
| Terabyte | TB | 1.000.000.000.000 bytes | 1.099.511.627.776 bytes |
| Kibibyte | KiB | 1.024 bytes | 1.024 bytes |
| Mebibyte | MiB | 1.048.576 bytes | 1.048.576 bytes |
| Gibibyte | GiB | 1.073.741.824 bytes | 1.073.741.824 bytes |
| Tebibyte | TiB | 1.099.511.627.776 bytes | 1.099.511.627.776 bytes |
La coexistencia de ambas definiciones es una peculiaridad exclusiva de la informática, y sigue influyendo en cómo se comercializan y comunican las capacidades de los dispositivos de almacenamiento actuales.
Para qué se utiliza realmente el kilobyte hoy
Aunque los ordenadores y dispositivos móviles de hoy se mueven en cifras de gigas y terabytes, el kilobyte sigue siendo esencial para medir pequeñas cantidades de datos y optimizar recursos.
Situaciones donde el kilobyte tiene sentido práctico
- Archivos de texto (Word, Notas, etc.): Un documento sencillo ocupa entre 2 y 3 kilobytes.
- Mensajes de correo electrónico: Correos electrónicos sin archivos adjuntos, sólo texto o firmas pequeñas, suelen ocupar unos cuantos kilobytes.
- Imágenes web ligeras y scripts: Las imágenes optimizadas para web (bajo peso, carga rápida) entran en el rango de decenas a cientos de kilobytes. Un logo corporativo puede andar por los 10 o 20 kB.
- Pequeños fragmentos de código o scripts (JavaScript, CSS, HTML): Un archivo bien optimizado puede tener solo algunos kilobytes y, aun así, contener lógica suficiente para interactividad en una web.
- Transferencias de red: La métrica kB/s (kilobytes por segundo) se emplea a menudo para describir la velocidad de descarga o subida de datos, tanto en redes domésticas como en conexiones móviles antiguas.
- Historias y cifras curiosas: Los primeros disquetes apenas ofrecían entre 180 y 360 kB de capacidad, lo que hoy sería insuficiente para almacenar hasta una sola foto de móvil.
A pesar de que actualmente hablamos de gigabytes o terabytes en la mayor parte de contextos, el kilobyte todavía resulta útil en aquellos casos donde se requieren medidas precisas y eficientes de recursos en procesos, logs, estadísticas y archivos de configuración.
Ejemplos ilustrativos del uso del kilobyte
Para aterrizar este concepto, aquí tienes varias comparativas y ejemplos reales sacados de la práctica cotidiana en distintos contextos digitales:
- 2 KB: Un documento de Word de una sola página, solo con texto (sin imágenes ni formatos especiales).
- 10 KB: Mensaje de correo electrónico sencillo, con firma básica.
- 20 KB: Imagen en baja resolución, ideal para la web.
- 800 KB: Fotografía estándar en alta resolución comprimida (perfecta para subir a la nube rápidamente).
- 4.000 KB (4 MB): Canción de cuatro minutos en formato MP3 y calidad media.
- Todo un videojuego de los años 80: Algunos juegos para MS-DOS o Spectrum cabían en apenas 48 kB de memoria RAM.
Como ves, los kilobytes son tremendamente útiles en todo el espectro de la informática: desde la programación y el análisis de tráfico, hasta el envío de documentos y el almacenamiento de archivos en la nube.
El kilobyte en la práctica digital: software y hardware
Originalmente, cuando los primeros ordenadores personales comenzaron a comercializarse —Allá por los años 80 y principios de los 90—, el kilobyte era la referencia dominante. No olvidemos, por ejemplo, la famosa frase de Bill Gates de 1981 afirmando que «640 kilobytes de RAM deberían ser suficientes para cualquier aplicación». Con el tiempo se demostró que no, pero ilustra perfectamente lo rápidamente que avanzó la tecnología.
Hoy, las capacidades habituales de los dispositivos de almacenamiento y de memoria RAM han multiplicado por millones esa cifra, pero en la otra punta de la balanza, el kilobyte sigue siendo necesario para entender archivos pequeños y sistemas embebidos.
Ejemplo práctico actual: desarrollo web y redes
Los desarrolladores web miden el tamaño total de una página (incluyendo imágenes, scripts y hojas de estilo) en kilobytes para garantizar una carga rápida. También los dispositivos IoT o gráficos vectoriales —donde cada byte de ahorro cuenta— continúan usando esta unidad como referencia.
- Un diseño web optimizado busca que sus archivos JS, CSS e imágenes no superen los 100-200 kB para evitar ralentizaciones y mejorar la experiencia de usuario.
- En correos electrónicos masivos, cada kilobyte de ahorro por mensaje se multiplica por miles o millones, lo que genera grandes beneficios en costes y rendimiento.
Otras unidades de almacenamiento y cómo se comparan con el kilobyte
| Unidad | Símbolo | Equivalencia (decimal) | Ejemplo de uso |
|---|---|---|---|
| Byte | B | 8 bits | Carácter de texto (letra) |
| Kilobyte | kB | 1.000 (o 1.024) B | Documento de texto pequeño |
| Megabyte | MB | 1.000.000 B | Canción, foto o pequeño software |
| Gigabyte | GB | 1.000.000.000 B | Película, videojuego moderno |
| Terabyte | TB | 1.000.000.000.000 B | Almacenamiento de servidores |
| Kibibyte | KiB | 1.024 B | Archivos técnicos, logs, registros binarios |
A medida que la tecnología avanza, los kilobytes parecen quedar en un plano secundario frente a sus parientes de mayor tamaño, pero siguen siendo referencia imprescindible para manejos óptimos de datos, sobre todo en recursos limitados o cuando la eficiencia es prioritaria.
Por qué sigue existiendo la confusión: decimal frente a binario en los dispositivos de almacenamiento
El motivo principal por el cual un disco duro, USB o tarjeta de memoria parece tener menos espacio del que anuncia, es por la diferencia entre la medida decimal (1.000) usada por los fabricantes, y la medida binaria (1.024) utilizada por la mayoría de sistemas operativos.
Por ejemplo, una tarjeta que anuncia 16 GB tendría teóricamente 16.000.000.000 bytes, pero tu ordenador interpretará gigabytes como 1.073.741.824 bytes, por lo que la cifra visible tras formatearla será menor. Lo mismo ocurre con todas las unidades precedentes, empezando por el kilobyte.
Este desfase se transmite también a otras unidades y es una de las razones de consulta más habituales entre usuarios que creen que “falta espacio” en sus dispositivos.
Cómo convertir kilobytes a otras unidades
- 1 kilobyte (kB) = 1.000 bytes (decimal) ó 1.024 bytes (binario).
- 1 kilobyte = 0,001 megabytes (MB) en decimal.
- 1 kilobyte = 0,000001 gigabytes (GB) en decimal.
- 1 kibibyte (KiB) = 1.024 bytes exactamente.
Para pasar de bytes a kilobytes, divide el número de bytes entre 1.000 (decimal) o entre 1.024 (binario), según el contexto. Por tanto, si manejas estadísticas, archivos o configuraciones técnicas, debes tener claro qué interpretación se utiliza, para no cometer errores o malgastar recursos.
Prefijos alternativos y nuevas propuestas
La propuesta de utilizar la letra K mayúscula (KB) para diferenciar la base binaria de la decimal se popularizó en los primeros años de la informática pero no llegó a ser un estándar definitivo. De hecho, la K mayúscula quedó asociada a la temperatura absoluta (kelvin), haciendo inviable su adopción universal.
La estandarización de los prefijos binarios (KiB, MiB, GiB…) es la recomendación más reciente y la que debería aplicarse en manuales, documentación técnica, conversores y publicaciones académicas. Sin embargo, en la cultura popular y en la práctica diaria, la dualidad entre decimal y binario aún persiste.
Cuándo tiene sentido usar kilobyte frente a otras unidades
El kilobyte es perfecto para:
- Explicar a no iniciados cómo se mide la información digital de pequeño tamaño.
- Guardar y transferir archivos ligeros, logs, registros de aplicaciones y configuraciones que ocupan poco espacio y que deben ser eficientes.
- Optimizar la transferencia de datos y tiempos de carga en redes y aplicaciones web o móviles ligeras.
- Comparar eficientemente sistemas antiguos o recursos tecnológicos limitados.
Pero, si hablamos de películas, backups, grandes bases de datos, videojuegos actuales o servicios en la nube, resulta más práctico manejar megabytes, gigabytes o terabytes.
Curiosidades y cifras históricas
- El primer disquete estándar (años 70) tenía únicamente 180 kB de capacidad. Hoy resulta impensable para la mayoría de tareas básicas: cabría solo una imagen web optimizada o muy pocos segundos de música en calidad aceptable.
- Las computadoras domésticas de los 80 solían incorporar entre 16 kB y 128 kB de RAM. Solo los programas más avanzados requerían cientos o miles de kilobytes.
- La frase atribuida a Bill Gates sobre los 640 kB de RAM es uno de los mitos más extendidos del sector, aunque se refería al límite técnico de la arquitectura MS-DOS de la época.
Entendiendo el ‘peso’ de un archivo: cómo se mide en kB
El kilobyte es la referencia ideal para valorar el tamaño de archivos pequeños antes de transferirlos por la red o guardarlos en sistemas con recursos limitados. Cuanto más ligero sea un fichero, menos kilobytes ocupará, y antes se descargará o enviará por correo.
Hoy es habitual utilizar distintas herramientas para comprobar el ‘peso’ de un archivo y, aunque muchas muestran los valores en kB, cada vez más servicios y sistemas redondean estas cifras a MB para simplificar sus interfaces. Sin embargo, en la programación y administración técnica, el kilobyte sigue siendo una métrica cotidiana.
El kilobyte y la optimización tecnológica
En el ámbito del desarrollo web y las aplicaciones móviles, el tamaño de los archivos —normalmente medido en kilobytes— es crucial para garantizar tiempos de carga reducidos, mejor posicionamiento SEO y una experiencia de usuario fluida. Optimizar imágenes, scripts o estilos para no superar ciertos límites, a menudo implica reducirlos todo lo posible hasta llegar a decenas, cientos o pocos miles de kB.
La atención al detalle y a cada byte almacenado o transmitido resulta clave en casos donde las limitaciones de conectividad, presupuesto o logística requieren soluciones extremadamente eficientes.
El futuro del kilobyte: ¿unidad obsoleta o más viva que nunca?
Aunque pueda parecer poco útil frente a las nuevas unidades y tecnologías de almacenamiento, el kilobyte sigue teniendo vida por delante, especialmente en procesos de optimización, sistemas embebidos y contextos de bajo consumo de recursos.
Mantener este conocimiento fresco es importante para evitar disgustos con archivos corruptos, transferencias incompletas, velocidades lentas o problemas de almacenamiento no previstos.
El kilobyte, en definitiva, representa mucho más que una simple unidad de medida. Es historia, eficiencia y sentido común. Comprender su significado y utilizarlo correctamente aporta ventajas en cualquier tarea tecnológica, desde gestionar archivos y diseñar sitios web, hasta optimizar aplicaciones o entender por qué tu nuevo disco duro parece más pequeño.
Byte: Qué es, para qué sirve y todo lo que debes saber sobre la unidad básica de información digital

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