- CVE es un sistema internacional que cataloga vulnerabilidades de seguridad en software y hardware. Permite identificar y compartir información clave entre empresas, investigadores y organizaciones.
- Las Autoridades de Numeración (CNA), coordinadas por MITRE, asignan identificadores únicos a cada vulnerabilidad, facilitando su gestión, seguimiento y priorización de parches.
- El formato estándar CVE-YYYY-NNNN y la estructura del sistema permiten evaluar y comunicar riesgos de manera eficaz y comparativa, impulsando la protección frente a ciberataques.
En el universo digital actual, la seguridad informática se ha convertido en una prioridad absoluta para empresas, organismos y usuarios particulares. Con la explosión del software y la multiplicación de dispositivos conectados, los riesgos y amenazas no paran de crecer. ¿Cómo se identifican y controlan las miles de vulnerabilidades que se descubren cada año en programas, sistemas operativos o dispositivos? Aquí es donde el concepto de CVE cobra relevancia imprescindible dentro del ecosistema de la ciberseguridad.
Si gestionas sistemas, trabajas en tecnología o simplemente quieres saber cómo se monitorizan y corrigen los fallos que pueden comprometer tus datos, entender qué es el CVE y cómo funciona te ayudará a moverte con más soltura en el entorno digital. Descubre todos los detalles clave, el proceso de asignación, la estructura, los actores implicados y la importancia del CVE para particulares, empresas y organismos públicos.
¿Qué es el CVE y para qué sirve?
CVE corresponde a las siglas en inglés de Common Vulnerabilities and Exposures (Vulnerabilidades y Exposiciones Comunes). Este sistema, impulsado y mantenido principalmente por la organización estadounidense MITRE, se encarga de identificar, catalogar y divulgar de forma pública las vulnerabilidades conocidas que afectan a cualquier producto de software o hardware.
El objetivo central del CVE es proporcionar un lenguaje común y una referencia estándar para que toda la comunidad técnica pueda hablar de la misma vulnerabilidad a nivel internacional. Así se evitan duplicidades, se mejora la comunicación y se facilita la interoperabilidad entre diferentes bases de datos, herramientas de gestión y sistemas de seguridad.
Orígenes del sistema CVE
La creación del CVE se remonta a 1999, cuando la empresa de investigación y desarrollo MITRE Corporation —que actúa sin ánimo de lucro y con financiación del gobierno de Estados Unidos— diseñó el sistema como un catálogo público y abierto. El principal objetivo era estandarizar la identificación de las vulnerabilidades, ante la proliferación caótica de nombres y descripciones que complicaba la colaboración internacional.
Hoy en día, el sistema está respaldado por un consejo editorial formado por profesionales de la seguridad, universidades, empresas tecnológicas, organizaciones gubernamentales y expertos de todo el mundo. Además, cuenta con el patrocinio del US-CERT, perteneciente al Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU.
Cómo funciona el sistema CVE: asignación y gestión
El procedimiento para incluir una vulnerabilidad en la lista oficial del CVE es más elaborado de lo que podría parecer a simple vista. Cuando se descubre una potencial vulnerabilidad de seguridad (ya sea por un investigador, una empresa o incluso un usuario avanzado), se sigue un proceso que garantiza la veracidad y la utilidad de la información:
- Presentación inicial y revisión: el equipo de contenido de CVE (CVE Content Team) analiza, verifica y valida la nueva vulnerabilidad.
- Asignación del identificador: si la vulnerabilidad supera la revisión, se le asigna un número único. Este paso puede realizarlo el propio equipo central de MITRE o bien alguna de las CNA (CVE Numbering Authorities), que son organizaciones acreditadas especialmente para este cometido.
- Publicación y divulgación: se incluye la vulnerabilidad en la lista pública de CVE, junto con una descripción breve, sus identificadores y, en ocasiones, referencias a fuentes externas con detalles técnicos o medidas de mitigación.
Las CNA (Autoridades de Numeración de CVE) desempeñan un papel fundamental en este proceso. Actualmente existen unas 100 en todo el mundo, incluyendo grandes proveedores tecnológicos (como IBM, Cisco, Oracle, Microsoft o Red Hat), organizaciones de investigación y entidades vinculadas a la ciberseguridad.
Las CNAs pueden asignar identificadores a las vulnerabilidades que detectan en sus propios productos o áreas de especialización. Además, en función de su relevancia, existen las denominadas Root CNA, que coordinan y supervisan grupos de CNAs bajo su mismo sector o nicho de actividad.
Formato y estructura de los identificadores CVE
La estructura estándar utilizada para identificar cada entrada en la lista de CVE sigue el esquema:
- CVE-YYYY-NNNN: donde YYYY corresponde al año en que se asigna el identificador y NNNN es un número secuencial. Desde 2014, se permitió utilizar más de cuatro dígitos si es necesario, para cubrir la creciente cantidad de vulnerabilidades descubiertas cada año.
Ejemplo: CVE-2024-12345
Existe la posibilidad de reservar bloques de identificadores para grandes empresas, que luego los asocian a nuevas vulnerabilidades detectadas a lo largo del año. Además, las entradas candidatas, aún en fase de validación, pueden aparecer bajo el formato CAN-YYYY-NNNN aunque actualmente el sistema está muy enfocado ya en la nomenclatura definitiva.
¿Qué información contiene una entrada CVE?
Cada entrada publicada en la lista oficial del CVE incluye unos campos mínimos para garantizar la identificación y la utilidad:
- Número de identificación único (ID de CVE).
- Descripción breve del fallo o exposición.
- Referencias a fuentes adicionales, como avisos de seguridad, documentación técnica, soluciones y enlaces a bases de datos de mayor detalle.
Por norma general, las entradas CVE son concisas y no detallan información técnica profunda, riesgos concretos o pasos para la mitigación. Este tipo de información suele encontrarse en otras bases de datos relacionadas, como la National Vulnerability Database (NVD) de Estados Unidos, la CERT/CC Vulnerability Notes Database o las bases de datos que mantienen directamente los proveedores a través de sus sitios oficiales.
Proceso de descubrimiento y notificación de vulnerabilidades
El descubrimiento de vulnerabilidades puede provenir de fuentes muy diversas: un proveedor, un investigador independiente, un equipo especializado, o incluso usuarios avanzados que detectan comportamientos anómalos. En muchos casos, los proveedores de software ofrecen programas de recompensas por detección de errores (bug bounty) para incentivar la comunicación responsable de las fallas de seguridad.
Una vez detectada una vulnerabilidad, la práctica habitual es reportarla en primer lugar de manera privada a la comunidad responsable del software (en el caso de proyectos open source) o a la empresa desarrolladora. Solo cuando se comprueba el alcance real y se diseñan soluciones (parches o mitigaciones), la información pasa a difundirse públicamente, asignándose el correspondiente identificador CVE y evitando así que los ciberdelincuentes exploten el fallo antes de que se solucione.
Este proceso de coordinación se ha convertido en un estándar internacional para la divulgación responsable. Garantiza que la información fluya de forma segura entre fabricantes, investigadores y usuarios, contribuyendo a minimizar el impacto de los ataques.
El ciclo de vida de una vulnerabilidad en el sistema CVE
Para que una vulnerabilidad figure oficialmente en la lista CVE, debe completar varias etapas:
- Etapa inicial: Presentación y tratamiento de la vulnerabilidad por parte del equipo de contenido o la CNA correspondiente.
- Candidatura: Estudio detallado, posible reserva previa de identificadores, y asignación formal del CVE si se cumplen los criterios.
- Publicación: Inclusión definitiva en la lista (con posible periodo de revisión posterior, en el que pueden modificarse descripciones o agregar nuevas referencias).
El proceso explica por qué las vulnerabilidades de día cero, recién descubiertas y aún no documentadas públicamente, no aparecen de inmediato en el CVE. Se prioriza la verificación y la coordinación con el proveedor antes de difundir la información de manera global.
La importancia del CVE en la gestión de la ciberseguridad
Contar con un estándar universal como el CVE ha revolucionado la forma en la que se comunican y abordan los problemas de seguridad informática. Algunas de las principales ventajas y utilidades incluyen:
- Facilita la coordinación entre empresas, instituciones, desarrolladores y usuarios para corregir vulnerabilidades de manera rápida y eficiente.
- Permite a los equipos de seguridad identificar y priorizar los parches y actualizaciones necesarios en sus sistemas.
- Hace posible la comparación y el seguimiento de riesgos entre diferentes plataformas, tecnologías o versiones de software.
- Proporciona una referencia común para investigadores, fabricantes y organismos oficiales, evitando confusiones causadas por nombres o descripciones diferentes.
Al tratarse de una lista pública y de acceso libre, el CVE constituye la base sobre la que se fundamentan innumerables sistemas de gestión de vulnerabilidades, escáneres automatizados y soluciones SIEM (Security Information and Event Management). Además, facilita la documentación y respuesta rápida a incidentes de seguridad en empresas y organismos públicos.
Bases de datos y sistemas relacionados con CVE
Pese a su centralidad, el CVE no está solo dentro del ecosistema de la seguridad informática. A partir de su información, se nutren otras bases de datos y herramientas que dotan de contexto, evaluación de riesgos y recomendaciones técnicas para la corrección de vulnerabilidades.
- NVD (): Gestionada por el NIST, ofrece información ampliada respecto a cada entrada CVE, incluyendo detalles técnicos, análisis de impacto y puntuaciones de severidad.
- Vulners: Plataforma actualizada constantemente, que integra escáneres automáticos para identificar vulnerabilidades y permite la evaluación por inteligencia artificial. Incluye identificadores, definiciones y sistemas de clasificación propios (más info en Vulners).
- VulDB (Base de Datos de Vulnerabilidades): Servicio gratuito muy utilizado por equipos de investigación y gestión de incidentes, también alimentado con información de CVE y otros sistemas complementarios.
- CERT/CC Vulnerability Notes Database: Ofrece información ampliada y notas técnicas para muchas vulnerabilidades recogidas en el CVE.
Evaluación de la gravedad de vulnerabilidades: el papel del CVSS
La inclusión de una vulnerabilidad en el CVE no implica necesariamente que resulte relevante para todos los sistemas o contextos empresariales. Para ello, se utiliza el Common Vulnerability Scoring System (CVSS), que evalúa la gravedad de las vulnerabilidades en una escala estándar de 0.0 a 10.0. Este sistema, ampliamente adoptado por bases de datos como NVD y Vulners, ayuda a los equipos de seguridad a priorizar la respuesta según el impacto potencial y la facilidad de explotación de cada caso.
Algunos proveedores crean sistemas de clasificación de riesgos específicos, pero el CVSS se mantiene como estándar de facto a nivel internacional, permitiendo comparar la urgencia y criticidad de vulnerabilidades en múltiples plataformas y tecnologías.
Gestión de vulnerabilidades en las organizaciones
La correcta gestión de las vulnerabilidades es un proceso continuo, que implica identificar, clasificar, priorizar, mitigar y corregir de manera proactiva los fallos que puedan dejar expuestos a sistemas y datos críticos. Es fundamental para cualquier organización revisar regularmente las entradas CVE que afectan a sus entornos, validar si corresponden a sus sistemas concretos, y desplegar actualizaciones y parches a la mayor brevedad posible.
También es esencial comunicar internamente a los equipos y departamentos la relevancia de cada CVE, su aplicabilidad concreta y los pasos a seguir. Una gestión eficiente reduce el riesgo de explotación, minimiza el tiempo de exposición y mejora la resiliencia general ante ciberataques.
¿Quién puede participar en el sistema CVE?
El sistema CVE es comunitario y abierto, lo que significa que tanto grandes empresas del sector tecnológico como investigadores independientes pueden participar en el descubrimiento y notificación de vulnerabilidades.
Para convertirse en CNA (Autoridad de Numeración de CVE), una organización debe demostrar buenas prácticas en la gestión de vulnerabilidades y una política clara de divulgación responsable. Habitualmente, las CNA son empresas vinculadas al software, equipos de respuesta a incidentes nacionales (CERT), centros de investigación y organizaciones especializadas en seguridad informática.
La coordinación internacional y la transparencia han sido dos de los puntos fuertes del sistema CVE desde sus inicios, facilitando la inclusión progresiva de actores relevantes en la comunidad global de ciberseguridad.
Errores habituales y aclaraciones sobre el término CVE
Hay que destacar que, aunque el término CVE es ampliamente conocido en el contexto de la ciberseguridad, en algunas administraciones públicas españolas “CVE” puede referirse a “Código de Verificación Electrónica”, un sistema de identificación documental para trámites y disposiciones legales (como es el caso de la Xunta de Galicia o la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha). En el ámbito de la seguridad informática y tecnología, sin embargo, CVE y “Código de Verificación Electrónica” no tienen relación directa.
El sistema CVE se ha consolidado como referencia esencial en la gestión de la ciberseguridad a nivel mundial, permitiendo que, ante la aparición constante de nuevas amenazas, la respuesta sea rápida, coordinada y bajo un estándar común.
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