- Conectar todos tus dispositivos a una misma red Wi-Fi es indispensable para configurar una red local.
- Windows 11 facilita el proceso desde su Panel de control clásico con opciones avanzadas de uso compartido.
- Puedes compartir carpetas y archivos con diferentes niveles de permiso según los usuarios de la red.
- Existe la opción de crear una red protegida con contraseña o habilitar el acceso libre según la necesidad.
Hoy en día, poder compartir archivos, impresoras y otros recursos entre varios ordenadores conectados a una misma red doméstica es una necesidad muy frecuente, tanto en entornos de oficina como en el hogar. Si usas Windows 11, estás de enhorabuena, ya que configurar una red local no solo es posible, sino también bastante sencillo si sabes dónde buscar cada opción. A continuación, te explicamos cómo configurar una red local paso a paso para que todos tus dispositivos puedan comunicarse entre sí y compartir recursos de forma fluida, rápida y segura.
Windows ha ido evolucionando su sistema de redes desde sus primeras versiones, y aunque la interfaz ha cambiado bastante respecto a versiones anteriores como Windows 7 o 10, las funcionalidades básicas siguen estando disponibles, aunque en ubicaciones distintas. Por eso, no te preocupes si las instrucciones de versiones anteriores no encajan exactamente en esta versión. Aquí te guiaremos correctamente para que configures tu red sin perderte por los menús.
¿Qué es una red local y para qué sirve?
Una red local, también conocida como red doméstica, permite que distintos dispositivos interconectados dentro de la misma red Wi-Fi puedan compartir archivos, impresoras, carpetas y hasta permitir el acceso remoto entre ellos. Esto es especialmente útil para oficinas pequeñas o casas donde se utilizan múltiples ordenadores, ya que facilita enormemente el trabajo colaborativo y el acceso a recursos comúnmente utilizados.
Además, también te permitirá crear un entorno donde varios usuarios, como tu familia o tus compañeros de piso, puedan acceder a ciertos documentos o incluso multimedia almacenada en un equipo central. Incluso puedes montar algo más avanzado como un servidor privado tipo NAS, y todo empezando por tener lista tu red local.
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Primeros pasos: cambiar el nombre del equipo
Antes de ponerte de lleno con la red local, hay un detalle importante que conviene no pasar por alto: asignar un nombre reconocible a tu PC. Esto te ayudará a identificarlo más fácilmente dentro de la red.
Para hacerlo:
- Abre el menú de configuración de Windows (puedes usar la combinación Windows + I).
- Dirígete a la sección Sistema y luego a Información.
- Haz clic en Cambiar nombre y escribe un nombre más reconocible para tu equipo (por ejemplo, «PC-Salón» o «Portátil-Lucia»).
Crear el grupo de red local
Una vez identificado tu equipo, el siguiente paso es configurar el grupo de trabajo, que es como el entorno en el que todos los equipos podrán reconocerse.
Haz lo siguiente:
- Desde Configuración > Sistema > Información, baja hasta encontrar la sección Vínculos relacionados.
- Haz clic en Dominio o grupo de trabajo. Se abrirá la clásica ventana de Propiedades del sistema.
- Ve a la pestaña Nombre de equipo y pulsa en Cambiar.
- Allí podrás cambiar tanto el nombre del equipo como el nombre del grupo de trabajo. Asegúrate de usar el mismo nombre de grupo en todos los equipos que vayas a conectar.
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Configurar las opciones de red
Una vez hecho lo anterior, toca ajustar las opciones que permitirán detectar otros dispositivos y compartir contenido.
Para ello:
- Abre el menú de inicio y busca Panel de control.
- Accede a Redes e Internet > Centro de redes y recursos compartidos.
- En el panel izquierdo, haz clic en Cambiar configuración de uso compartido avanzado.
En esta sección verás distintas configuraciones divididas por zonas:
- Redes privadas: activa tanto la detección de redes como el uso compartido de archivos e impresoras.
- Todas las redes: habilita el uso compartido de carpetas públicas.
- También puedes activar o desactivar la protección por contraseña. Si está activada, cada usuario necesitará ingresar un nombre y contraseña válidos para acceder. Si está desactivada, cualquier dispositivo podrá acceder sin credenciales.
Una vez configurado todo esto, reinicia el equipo. Deberás hacer lo mismo con todos los dispositivos que quieras conectar en tu red local.
Compartir carpetas y archivos con otros usuarios
Con la red ya creada y los distintos equipos configurados, llega el momento de compartir carpetas específicas que quieras hacer accesibles en la red.
Para compartir una carpeta:
- Haz clic derecho sobre la carpeta que quieras compartir y selecciona Propiedades.
- Ve a la pestaña Compartir y pulsa en el botón Compartir….
- En la nueva ventana, despliega el menú y selecciona Todos para compartir con todos los usuarios de la red.
- Puedes asignar permisos de solo lectura (para que otros solo vean los archivos) o lectura y escritura (para que puedan modificar o agregar contenido).
Alternativamente, también puedes:
- Seleccionar la carpeta o archivo desde el Explorador de archivos.
- Ir a la pestaña Compartir y elegir Compartir con > Usuarios específicos.
Todo lo que coloques dentro de una carpeta compartida será visible y accesible para el resto de usuarios según los permisos asignados.
Acceder a carpetas compartidas desde otro equipo
Una vez compartida una carpeta, desde cualquier otro equipo de la red puedes acceder a ella:
- Abre el Explorador de archivos y pulsa en Red en el panel izquierdo.
- Verás una lista de los equipos conectados a la red local.
- Haz doble clic sobre el equipo que te interesa y accede a las carpetas compartidas.
En caso de que hayas activado la protección por contraseña, necesitarás introducir las credenciales del equipo donde está alojada la carpeta.
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¿Y si quieres más seguridad?
Una red doméstica donde se comparten archivos de forma abierta puede ser muy cómoda, pero también tiene sus riesgos. Es importante tener precaución con los archivos que se compartan, especialmente si son sensibles o si se trata de dispositivos con múltiples usuarios.
Una buena práctica es crear una red exclusiva para invitados desde tu router. Estas redes, conocidas como Wi-Fi de invitados, no tienen acceso al resto de dispositivos conectados, lo que aporta una barrera adicional de seguridad.
Otra opción mucho más avanzada y profesional es montar un servidor NAS (Network Attached Storage), lo que te permitirá tener un espacio de almacenamiento centralizado que se puede acceder desde cualquier dispositivo autorizado y desde cualquier lugar. Para más información puedes visitar la web oficial de Polimetro sobre qué es un NAS o .
Ahora que conoces todo el proceso, crear una red local en Windows 11 es una tarea que puede facilitar muchísimo tu día a día, tanto si trabajas con varios ordenadores como si simplemente quieres ver una película en otro dispositivo sin mover un pen drive. Siguiendo estos pasos conseguirás tener una red segura, rápida y adaptada a tus necesidades.

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