- Windows ARM ofrece una mayor autonomía y portabilidad frente a los equipos tradicionales x86.
- La compatibilidad de aplicaciones es cada vez mejor, aunque aún presenta limitaciones en juegos y drivers.
- El ecosistema ARM evoluciona rápidamente gracias a los nuevos procesadores y la apuesta de grandes fabricantes.
¿Has oído hablar alguna vez de Windows ARM y te has quedado con la duda de qué significa realmente? Tranquilo, no eres el único. Con la reciente avalancha de portátiles y tablets que presumen de un rendimiento espectacular y una autonomía sorprendente, el término se ha colado en las conversaciones de cualquiera que esté pensando en renovar su equipo o le gusta estar al día en tecnología. Esta tendencia, impulsada sobre todo por los nuevos procesadores de Qualcomm, Apple y la renovación de la estrategia de Microsoft, hace que conocer Windows ARM sea casi imprescindible si te interesan los dispositivos actuales.
En las próximas líneas vamos a despejar todas las dudas que puedas tener sobre qué es, cómo funciona, qué ventajas y limitaciones tiene respecto a la versión clásica de Windows y si realmente merece la pena apostar por un portátil con arquitectura ARM en vez de uno con procesador clásico Intel o AMD. Verás que hay muchos matices a tener en cuenta y que, dependiendo de tus necesidades, Windows ARM puede ser una revolución… o quizá no tanto.
¿Qué es Windows ARM?
Windows ARM es la versión del sistema operativo Windows que está planteada para funcionar en dispositivos equipados con procesadores basados en la arquitectura ARM, en lugar de los típicos procesadores x86/x64 de Intel y AMD. Esta variante no es algo completamente nuevo: se pusieron los primeros cimientos con Windows RT (basado en Windows 8), después con Windows 10 para ARM, y ahora la tercera generación se materializa en Windows 11 para ARM.
La principal particularidad de los procesadores ARM es que ofrecen mayor eficiencia energética; consumen mucho menos que los tradicionales y, por tanto, permiten fabricar dispositivos más ligeros, finos y con baterías que aguantan muchísimas horas más de uso. Por eso han sido los reyes en tablets y móviles durante años y ahora quieren asaltar el mundo del PC y el portátil tradicional.
Para entender la diferencia clave, piensa que los procesadores x86/x64 están orientados a ofrecer el mayor rendimiento posible, encargándose de tareas complejas y demandantes a costa de consumir bastante más energía. Los ARM, por el contrario, están diseñados con la eficiencia y simplicidad por bandera, con menos instrucciones y una menor generación de calor.
¿Cómo funciona Windows ARM? ¿Qué puedes hacer y qué no?
Al instalar Windows ARM en un dispositivo compatible, la experiencia visual y de uso es prácticamente idéntica a la de la versión estándar de Windows para la inmensa mayoría de los usuarios. El sistema está optimizado para aprovechar las virtudes de los procesadores ARM, es decir, obtener mayor autonomía sin sacrificar usabilidad.
Sin embargo, la compatibilidad de las aplicaciones es esencial. Las aplicaciones específicamente desarrolladas para ARM (denominadas nativas o Arm64) funcionan de forma óptima. La lista de software nativo va creciendo poco a poco: Microsoft 365, Teams, PowerPoint, Word, Excel, Outlook y otras muchas aplicaciones populares como Chrome, Slack, Zoom, WhatsApp, Spotify, Blender o Affinity Suite ya cuentan con versiones ARM.
¿Y qué ocurre con las aplicaciones clásicas? Windows 10 en ARM introdujo un sistema de emulación para ejecutar aplicaciones x86 de 32 bits, mientras que Windows 11 amplió esa emulación para abrir programas x64 de 64 bits. Esta función, ahora con el nuevo motor de emulación Prism en los dispositivos Copilot+ basados en Snapdragon X, ha mejorado significativamente el rendimiento respecto a generaciones previas, aunque la emulación usualmente implica un pequeño descenso tanto en velocidad como en duración de batería respecto a las apps hechas específicamente para ARM.
Aunque la mayoría de tus programas habituales funcionarán bien, especialmente los de uso cotidiano, algunas aplicaciones profesionales, juegos exigentes y herramientas muy específicas pueden no estar plenamente soportadas. Antes de decidirte por un equipo con ARM, es recomendable revisar si el software que utilizas está disponible para ARM o funciona correctamente en emulación. Puedes consultar listados colaborativos y actualizados en webs como Works on WOA.
¿Qué ventajas tiene Windows ARM frente a la versión clásica?
- Autonomía sobresaliente: Los dispositivos con Windows ARM pueden alcanzar fácilmente jornadas completas (y más) de uso intensivo sin pasar por el enchufe.
- Portabilidad: Al necesitar menos espacio para refrigeración y consumir menos energía, los portátiles y tablets pueden ser mucho más ligeros y delgados.
- Reinicio y arranque casi instantáneo: Muy al estilo de lo que ocurre en los smartphones y tablets.
- Sistema más silencioso: Al trabajar con menos calor, muchos modelos prescinden de ventiladores.
- Innovaciones en IA: Muchos modelos actuales incluyen unidades de procesamiento neuronal (NPU) que aceleran tareas de inteligencia artificial y aprendizaje automático directamente desde el hardware, mejorando la experiencia general y abriendo la puerta a nuevas funciones avanzadas.
Limitaciones y puntos débiles de Windows ARM
Pese a todo lo positivo, Windows ARM todavía presenta inconvenientes importantes para ciertos perfiles de usuario. El ecosistema está en plena expansión, por lo que existen barreras que conviene conocer antes de dar el salto:
- Compatibilidad de aplicaciones: Si bien la emulación funciona cada vez mejor, puede que algunos programas muy específicos o juegos no sean compatibles o presenten errores de rendimiento.
- Drivers y periféricos: Los controladores (drivers) de dispositivos como impresoras, lectores de tarjetas, software antivirus o utilidades avanzadas deben estar desarrollados para ARM (Arm64). Si no existen, ese hardware podría dejar de funcionar o hacerlo de manera muy limitada.
- Juegos y software profesional: Muchos videojuegos y aplicaciones profesionales que dependen de controladores “antitrampas” o librerías muy concretas pueden no ejecutarse, o hacerlo con menos rendimiento.
- Limitaciones de funciones: Algunas funciones clásicas de Windows, como el Fax y escáner, pueden no estar disponibles en la versión ARM.
- Personalización y utilidades: Aplicaciones que modifican el sistema, ciertos editores de métodos de entrada, tecnologías de asistencia o gestores de almacenamiento en la nube pueden no estar preparadas aún para ARM.
¿Cuáles son las diferencias técnicas entre ARM y x86?
Al profundizar en la diferencia entre las arquitecturas ARM y x86, hay que entender cómo están diseñados estos procesadores. Los ARM (Advanced RISC Machine) emplean un enfoque basado en un conjunto reducido de instrucciones (RISC), focalizándose en ejecutar operaciones simples de manera rápida y eficiente. Este diseño permite que los chips sean más pequeños, generen menos calor y tengan un consumo bajísimo.
En cambio, los x86 (o x64, su evolución) trabajan bajo la filosofía del conjunto complejo de instrucciones (CISC). Esto dota a los procesadores de una mayor versatilidad y potencia, ideales para cargas de trabajo exigentes como la edición de vídeo, juegos pesados y software profesional avanzado. Por eso han dominado el mercado de ordenadores tradicionales durante años.
El cambio de tendencia actual se explica porque los procesadores ARM han evolucionado mucho en potencia (basta ver la revolución causada por los Apple M1, M2, M3 y los nuevos Qualcomm Snapdragon X Elite y Plus), mientras que los x86 han ido optimizando su eficiencia energética, aunque todavía no igualan la autonomía de los ARM.
Windows ARM y la compatibilidad de aplicaciones: progresos y retos
Uno de los grandes retos de Windows ARM ha sido siempre la compatibilidad con el enorme catálogo de aplicaciones diseñadas para Windows tradicional. Gracias a los avances en tecnologías de emulación, especialmente Prism, ahora se pueden ejecutar aplicaciones x86 (32 bits) y x64 (64 bits) mediante emulación sobre ARM. Esto ha sido clave para que el salto a ARM resulte menos traumático para usuarios y empresas.
No obstante, la recomendación es usar aplicaciones nativas Arm64 siempre que sea posible. ¿La razón? Ganan en velocidad, estabilidad y consumen aún menos batería. Por suerte, cada vez más desarrolladores están actualizando o lanzando versiones nativas de sus programas más populares. Microsoft Office, Teams, OneDrive y un creciente grupo de aplicaciones reconocidas ya tienen su versión lista para ARM. Incluso plataformas como Slack, Zoom, WhatsApp, Chrome o Spotify ya ofrecen versiones optimizadas.
Para los programas que aún no dan el salto, la emulación es la alternativa. Si usas aplicaciones habituales y no dependes de software muy específico, notarás poca diferencia. Si tienes programas profesionales de nicho, conviene siempre hacer una comprobación en u otros portales antes de decidirte por un equipo con ARM.
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