Cookies en informática: qué son, tipos y cómo influyen en tu privacidad

  • Las cookies son archivos que facilitan la personalización y funcionalidad web
  • Existen diferentes tipos según origen, duración y finalidad
  • Su gestión adecuada mejora la seguridad y experiencia del usuario
  • Las leyes exigen transparencia y consentimiento en su uso

Qué son las cookies

Las cookies informáticas son parte fundamental de nuestro día a día al navegar por Internet, aunque la mayoría de las personas las aceptan casi de manera automática sin llegar a entender realmente qué son, para qué sirven o cómo influyen en la privacidad y experiencia de usuario. Si alguna vez te has preguntado por qué aparece ese famoso mensaje sobre cookies cada vez que entras en una web, o si realmente es necesario aceptarlas para seguir navegando, este artículo está elaborado para resolverte todas las dudas, de manera clara y sencilla.

Entender a fondo el mundo de las cookies resulta clave en un entorno digital donde la personalización, la seguridad y la publicidad online han tomado un protagonismo indiscutible. A lo largo de este artículo, te guiaremos desde los conceptos más básicos y anecdóticos sobre el origen de las cookies, hasta los aspectos técnicos y legales más actuales. Además, descubrirás cómo puedes gestionarlas y qué impacto tienen en tu privacidad.

¿Qué son las cookies en informática?

Las cookies, en el contexto informático, son pequeños archivos de texto que los sitios web almacenan en el navegador del usuario cuando visita una página. Su objetivo principal es permitir que el sitio web recuerde información sobre esa sesión de navegación, facilitando una mejor experiencia al usuario y ayudando a los desarrolladores web a personalizar el funcionamiento de la página.

Estos archivos pueden almacenar datos como preferencias de usuario, idioma, accesos, carritos de compra, historial de navegación o información de autenticación. La próxima vez que accedas al mismo sitio, el navegador envía de nuevo esa cookie al servidor, ayudando a identificarte y a mostrarte el contenido que más se ajusta a tus intereses y necesidades.

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Origen y evolución de las cookies

El concepto de cookie en informática tiene su origen en la expresión «magic cookie». En los años 70 ya se hablaba de paquetes de datos que los programas recibían y reenviaban sin modificar, para señalar eventos especiales. Sin embargo, el uso actual de las cookies en la web se remonta a 1994, cuando el programador Lou Montulli trabajó en una solución para la tienda online de Netscape Communications.

Montulli ideó un sistema que permitía gestionar los carritos de la compra virtual almacenando la información en el navegador del usuario, en vez de sobrecargar los servidores. Así nacieron las cookies HTTP, el formato que hasta hoy utiliza prácticamente toda la web para gestionar sesiones, recordar usuarios o facilitar compras online.

¿Para qué sirven las cookies?

Las cookies cumplen múltiples funciones que facilitan y mejoran tu experiencia cuando navegas por Internet. Se utilizan tanto en plataformas informativas, como en tiendas online, redes sociales o servicios digitales. Algunas de sus aplicaciones más importantes son:

  • Gestión de sesiones: Permiten que los sitios web recuerden si has iniciado sesión, tus credenciales de acceso o las páginas que has visitado. Gracias a ellas, no tienes que volver a introducir tu usuario y contraseña cada vez que recargas la página.
  • Personalización: Los sitios pueden adaptar el contenido y el diseño según tus preferencias previas, como idioma, tema visual o secciones favoritas. También facilitan que las tiendas online recuerden los productos que añadiste al carrito o que el contenido publicitario sea relevante para ti.
  • Análisis y estadísticas: Muchas cookies recopilan información sobre tu comportamiento en la web (páginas visitadas, tiempo de permanencia, acciones realizadas…), lo que ayuda a los desarrolladores a mejorar la calidad y la usabilidad del sitio.
  • Publicidad dirigida: Las cookies de terceros permiten a empresas de publicidad conocer tus hábitos de navegación para mostrarte anuncios personalizados.

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Además, algunas cookies resultan imprescindibles para funciones técnicas esenciales, como la autenticación de usuarios, la seguridad de las operaciones o el correcto funcionamiento de aplicaciones y herramientas web. Sin ellas, muchas de las comodidades habituales simplemente no serían posibles.

Qué información almacenan las cookies

Una idea extendida es que las cookies almacenan datos sensibles como contraseñas o números bancarios, pero lo cierto es que, por norma general, sólo contienen información técnica o identificadores anónimos. Los datos típicos que puede guardar una cookie son:

  • Un identificador único de sesión o usuario.
  • Preferencias de idioma, tema o configuración.
  • Información sobre productos añadidos al carrito.
  • Preferencias de búsqueda o navegación.
  • Datos útiles para estadísticas y analítica (páginas más visitadas, tiempo de permanencia, etc.).

La vinculación entre el usuario y la cookie no se realiza a nivel personal, sino de navegador. Es decir, si accedes a un sitio desde Chrome en tu PC y luego desde tu móvil o desde otro navegador, serás tratado como usuarios diferentes.

¿Qué NO ES una cookie?

Conviene aclarar ciertas creencias erróneas sobre las cookies. Una cookie no es un virus, troyano, gusano, spyware, spam ni nada parecido; tampoco abre ventanas emergentes ni es un programa ejecutable. Son solo datos almacenados por el navegador bajo la orden del sitio web y no pueden por sí solas dañar tu equipo, infectarlo con malware o usar tus datos sin autorización.

Sin embargo, ciertas cookies pueden emplearse para rastrear tu actividad en la red sin tu consentimiento. De ahí la importancia de conocer cómo gestionarlas y garantizar una navegación segura y privada.

Principales tipos de cookies

Las cookies pueden clasificarse según diferentes criterios: duración, origen y funcionalidad. A continuación detallamos las categorías más habituales:

Según su duración

  • Cookies de sesión: Se almacenan en la memoria temporal del navegador y desaparecen cuando cierras la ventana. Se usan para mantenerte identificado mientras navegas, por ejemplo, permitiendo que puedas retroceder en un formulario sin perder lo introducido.
  • Cookies persistentes (o permanentes): Se guardan en el dispositivo por un periodo definido, o hasta que el usuario las elimine explícitamente. Permiten recordar tus preferencias de uso a lo largo de varias sesiones.

Según su origen

  • Cookies propias (de origen): Son creadas por el sitio que visitas y suelen ser esenciales para su funcionamiento y personalización.
  • Cookies de terceros: Las instala un dominio diferente al del sitio que visitas, normalmente para finalidades de análisis o publicidad. Por ejemplo, cuando una página web inserta anuncios o widgets sociales (como «Me gusta» de Facebook).

Según su finalidad

  • Cookies técnicas: Imprescindibles para el funcionamiento del sitio, gestionan tareas básicas como el acceso a áreas seguras, el funcionamiento de formularios o la seguridad de la página.
  • Cookies de análisis: Recopilan información estadística anónima sobre el uso que haces del sitio, ayudando a optimizar la experiencia y el rendimiento.
  • Cookies de personalización o funcionalidad: Guardan tus preferencias para que la web se adapte a ti cuando la visites de nuevo (idioma, diseño, configuración, etc.).
  • Cookies de seguridad: Se utilizan para identificar y prevenir problemas de seguridad en la página.
  • Cookies de rendimiento: Recopilan datos para mejorar la velocidad y el rendimiento del sitio en visitas futuras.
  • Cookies de redes sociales: Permiten compartir contenidos y rastrear la actividad entre distintas plataformas sociales.
  • Cookies publicitarias (o de targeting): Su función es mostrar anuncios relevantes en función de los intereses, el historial o la ubicación del usuario. Muchas son persistentes y de terceros.

Cookies especiales

Algunos tipos más avanzados incluyen:

  • Cookies zombis o flash: Cookies persistentes difíciles de eliminar, utilizadas a veces para rastreo avanzado. No suelen usarse en la mayoría de webs actuales, pero conviene estar al tanto.
  • Supercookies: Persisten incluso tras borrar las cookies convencionales y pueden crear riesgos extra de privacidad.

¿Qué pasa si desactivo las cookies?

Desactivar las cookies puede cambiar radicalmente tu experiencia de navegación. Aunque suele ser posible limitar su uso (especialmente las de terceros), algunas funciones dejarán de estar disponibles:

  • No podrás acceder a áreas personales (por ejemplo, «Mi cuenta» o «Mi perfil»).
  • Las tiendas online no podrán recordar productos en la cesta, ni adaptar las promociones a tu perfil.
  • El sitio no podrá guardar tus preferencias de idioma, moneda o franja horaria.
  • No podrás interactuar fácilmente con redes sociales desde la web.
  • Muchos servicios de analítica y estadísticas dejarán de funcionar correctamente.
  • La personalización y la comodidad al navegar se reducirán notablemente.

Las cookies de análisis y publicidad suelen ser opcionales y puedes gestionarlas según tus preferencias. Sin embargo, algunas cookies técnicas y funcionales son imprescindibles para el correcto funcionamiento de la web y no pueden desactivarse individualmente.

Diferencia entre aceptar y rechazar cookies

Al aceptar cookies, tu experiencia se personaliza, la web es más cómoda y puedes acceder a todas las funcionalidades previstas. Si decides rechazarlas, algunas opciones se limitan y el nivel de personalización es menor, pero tu privacidad queda más protegida. La mayoría de webs cumplen la ley informando claramente y ofreciendo opciones para que puedas elegir qué tipo de cookies aceptar.

Aspectos legales y política de cookies

Las leyes de protección de datos, como el RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) y la LOPD en España, obligan a los sitios a informar sobre el uso de cookies y a obtener tu consentimiento antes de instalar las opcionales. Además, en muchos países es necesario:

  • Detallar qué cookies se utilizan y para qué.
  • Permitir al usuario aceptar, rechazar o personalizar las cookies.
  • Ofrecer una política de cookies visible y comprensible.
  • Facilitar la modificación de preferencias en cualquier momento.
  • Mantener la seguridad y privacidad de los datos gestionados por cookies.

Las empresas y organismos, como la AEPD, han generado guías y recomendaciones sobre cómo presentar la información de cookies. Además, los navegadores y sistemas operativos ofrecen formas sencillas para que gestiones qué datos aceptas y cuáles no.

Cómo gestionar y eliminar cookies en los navegadores

Tienes el control sobre la gestión de las cookies en tu navegador, pudiendo eliminarlas, bloquearlas o configurar qué tipo de cookies se aceptan. Cada navegador tiene sus propias opciones de configuración:

  • Google Chrome: Accede a Configuración > Privacidad y seguridad > Cookies y otros datos de sitios. Puedes visualizar y borrar cookies específicas o bloquear las de terceros.
  • Mozilla Firefox: Ve a Opciones/Preferencias > Privacidad > Historial y selecciona «Usar una configuración personalizada». Ahí puedes activar o desactivar el almacenamiento de cookies.
  • Safari: En Mac, ve a Preferencias > Privacidad, y elige qué tipo de bloqueo deseas. En iOS, Ajustes > Safari > Privacidad y Seguridad.
  • Internet Explorer: Herramientas > Opciones de Internet > Privacidad. Ajusta el nivel de privacidad a tu preferencia.
  • Android: Navegador > Menú > Ajustes > Seguridad y Privacidad > Aceptar cookies.
  • Windows Phone: Internet Explorer > Más > Configuración > Permitir cookies.

Muchos navegadores también permiten configurar excepciones para determinados sitios y borrar cookies automáticamente al cerrar. Existen opciones avanzadas para eliminar cookies específicas vinculadas a un dominio concreto.

También puedes utilizar herramientas y extensiones de privacidad que facilitan la gestión avanzada de cookies, especialmente útil si quieres bloquear cookies de rastreo o eliminar supercookies y cookies zombis.

Privacidad y seguridad asociada a las cookies

Si bien la mayoría de cookies son inofensivas, algunas pueden suponer riesgos para la privacidad. Por ejemplo, las cookies de seguimiento pueden crear un perfil sobre tus gustos y hábitos, y la información podría ser usada por anunciantes o ciberdelincuentes en caso de vulnerabilidades. Algunas recomendaciones básicas incluyen:

  • Borrar periódicamente las cookies, especialmente si usas ordenadores compartidos.
  • Configurar el navegador para bloquear cookies de terceros si no necesitas funciones sociales o anuncios personalizados.
  • Utilizar una VPN (red privada virtual) para anonimizar tu navegación.
  • Evitar hacer clic en enlaces sospechosos o compartir datos sensibles en sitios dudosos.
  • Utilizar protección antimalware y mantener actualizado el navegador.

Las cookies no pueden instalar virus ni software malicioso por sí solas, pero el rastreo excesivo es una preocupación real, por lo que es importante mantener un control sobre su uso.

Cookies y grandes plataformas: el caso de Google

Plataformas como Google han desarrollado sistemas propios de gestión de cookies, con nombres y funciones específicas. Algunas cookies famosas son:

  • NID, _Secure-ENID: Guardan preferencias y configuración de usuario, como el idioma, el número de resultados por página o la activación del filtro Safe Search.
  • SID, HSID: Utilizadas para autenticar al usuario y proteger contra fraudes.
  • _ga: Principal cookie analítica de Google Analytics, registra interacciones anónimas en webs.
  • IDE, id: Se emplean para la gestión de anuncios en sitios que no son de Google.
  • DSID: Identifica usuarios con sesión iniciada para personalizar anuncios.

Google también ofrece herramientas para gestionar el uso de cookies y revocar el consentimiento fácilmente desde la configuración de tu cuenta.

¿Se pueden eliminar las cookies? ¿Qué opciones tengo?

Cualquier usuario puede eliminar de forma sencilla todas las cookies de su navegador, así como restringir su creación, ya sea para todos los sitios o de manera selectiva. El proceso suele estar en la sección de configuración de privacidad. Al eliminar las cookies:

  • Se pierden las preferencias guardadas y tendrás que iniciar sesión de nuevo en los sitios web.
  • El contenido del carrito de compras o configuraciones personalizadas puede desaparecer.
  • Reducirás el rastreo por parte de anunciantes, aunque la publicidad mostrada puede ser más genérica.
  • Algunas webs pueden funcionar de manera limitada.

Para casos más complejos, como cookies persistentes difíciles de eliminar (zombis, flash cookies, supercookies), es recomendable emplear herramientas de limpieza avanzadas o recurrir al soporte técnico.

Algunas curiosidades y mitos sobre las cookies

  • No todas las cookies son iguales: Existen cookies para cada finalidad: personalización, seguridad, publicidad, análisis, etc.
  • No almacenan datos sensibles por sí mismas: Normalmente, solo contienen identificadores o preferencias, nunca contraseñas o datos bancarios. La gestión correcta de la información recae en el servidor, no en la cookie.
  • Un mismo usuario puede estar representado por varias cookies según el navegador o dispositivo desde el que acceda.

Por qué son tan importantes las cookies

El auge de la personalización y la publicidad online ha hecho que las cookies sean una pieza esencial en la experiencia digital. Gracias a ellas, los sitios pueden adaptarse a tus hábitos y necesidades, y los anunciantes optimizan sus campañas. Pero este tratamiento de datos ha hecho imprescindible el desarrollo de normativas de privacidad y protección, así como ofrecer transparencia y control al usuario.

Es fundamental reconocer qué son, cómo funcionan y cómo gestionarlas para navegar de forma consciente y segura. Sin cookies, la red sería mucho menos eficiente y personalizada, pero también es necesario entender los riesgos y las alternativas para proteger la privacidad. Dominar este tema te permite sacar el máximo partido a Internet, sin renunciar al control sobre tu información personal.

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